Estaba recién casada y esperando mi primer hijo. Una muchacha que era estudiante de Medicina nos invitó a mÍ y a mi esposo a una sesión de espiritismo e invitó también a otro joven estudiante de Medicina y a una amiga de ella que dijo era una médium. Nos invitó también a cenar en su casa porque prepararía una exquisita pasta acompañada de una salsa de erizos y choritos. Ella vivía con su amiga en un departamento en el barrio alto de Santiago, exactamente en la Avenida Providencia. Nos acomodamos en el living y decidimos iniciar la sesión antes de cenar.
Yo no quise participar y dije que sería una observadora y me senté en un sillón cama que ellas tenían en el living y sobre el cual había una serie de objetos de adorno y entre ellos una radio a pilas.
Mi esposo, el estudiante de Medicina y las dos muchachas se sentaron en el suelo alrededor de una mesa vacía y se cogieron de las manos, concentrándose mientras la médium invocaba a los espíritus, ella quería que se manifestaran de alguna manera, pero no pasaba absolutamente nada. Ella pensaba que entre los presentes había una persona que rechazaba la invocación o no creía en ella. Así estuvimos bastante rato con las luces bajas de la habitación, cuando de pronto se encendió violentamente la radio que estaba a mis espaldas sobre el sillón cama. Todos nos sobresaltamos. Y decidimos no seguir invocando a nadie. Yo quedé bastante inquieta, pero cuando empezamos a comer una exquisita cena me sentí mucho más tranquila, aunque no parecía de broma la experiencia.
lunes, 14 de julio de 2008
sábado, 12 de julio de 2008
LA ESTUFA.
La habitación era pequeña. Tenía una mesa y dos sillas. Una ventana en el fondo que se abría hacia un gran espacio donde había una cancha de tenis y un espacio cerrado que servía para diferentes usos. Los espacios verdes en verano eran acogedores, y grandes árboles daban grata sombra a los visitantes.
En invierno, cuando hacía mucho frío y llovía con mucha fuerza, era agradable estar allí dentro de esa habitación. Y...
En el centro de la habitación estaba lo estufa.
En la oscuridad de la noche la estufa se erguía en medio del silencio, iluminándolo todo; tan importante me parecía allí, solitaria, el centro de todo, esparciendo su calor. Podía acercarme a ella y sentir como su calor calentaba mi cuerpo. Sentía su calor en mi boca, cuando acercaba mi rostro hacia ella. Y sentía como su calor acariciaba mis manos frías. Giraba lentamente mi cuerpo para sentir el calor sobre mi espalda y permanecía allí, tan quieta, sintiendo esa agradable sensación de plenitud...
En el centro de la habitación estaba la estufa...
En invierno, cuando hacía mucho frío y llovía con mucha fuerza, era agradable estar allí dentro de esa habitación. Y...
En el centro de la habitación estaba lo estufa.
En la oscuridad de la noche la estufa se erguía en medio del silencio, iluminándolo todo; tan importante me parecía allí, solitaria, el centro de todo, esparciendo su calor. Podía acercarme a ella y sentir como su calor calentaba mi cuerpo. Sentía su calor en mi boca, cuando acercaba mi rostro hacia ella. Y sentía como su calor acariciaba mis manos frías. Giraba lentamente mi cuerpo para sentir el calor sobre mi espalda y permanecía allí, tan quieta, sintiendo esa agradable sensación de plenitud...
En el centro de la habitación estaba la estufa...
martes, 8 de julio de 2008
INCENDIO DE UN CONTENEDOR DE BASURAS.
El video se abrió como por encanto, como por arte magia, y lo primero que se mostró ante mis ojos fueron las llamas de un incendio. ¡Que fascinación, llamas en la oscuridad, en medio de la ciudad, al costado de una calle repleta de automóviles veloces... y ahí estaban esas llamas quemando el contenido de un "container"; llamas amarillas y anaranjadas y rojas... saltaron hacia arriba y me parecieron de pronto como un ramo de flores de fuego. Vuelvo a la calle en movimiento llena de reflejos de las luminarias y de las luces de los vehículos que siguen transitando y dejan una estela de luz blanca. Un autómovil negro se detuvo en una esquina, allí silencioso y oscuro. Me pareció tan misterioso, mientras lentamente el fuego de las llamas se apagaba. Sólo quedarán las brasas pensé y más tarde la oscuridad de la noche fría. Sin embargo algo alegra mi corazón...el frío me regocija, y el final del video también.
sábado, 5 de julio de 2008
FLOR DE CACTUS
¿Qué me dice a mí una flor que florece?Una vez yo tenía en el jardín un cactus que floreció un sólo día. Me sorprendió la rapidez con que apareció y se abrió, una hermosa flor rosada y grande, pero ese cactus nunca más volvió a florecer. La flor abierta plenamente duró un solo día. Pensé cuán extraña es la naturaleza a veces. Toda la vida estaba allí en esa flor abierta y desaparecida, en un solo día.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)