martes, 30 de abril de 2013

Guillermo Alejandro es el nuevo rey de Holanda

“Hoy cedo el lugar a una nueva generación”, dijo la reina Beatriz, de 75 años, al abdicar en su hijo mayor, de 46 años.





ÁmsterdamGuillermo Alejandro subió hoy al trono de los Países Bajos después de que su madre, la reina Beatriz, abdicara durante una ceremonia celebrada en el Palacio Nacional de Holanda, en la céntrica plaza Dam de Ámsterdam.
“Hoy cedo el lugar a una nueva generación”, dijo Beatriz, de 75 años, antes de estampar su firma en el Acta de Abdicación. La reina, que gobernó Holanda durante 33 años, había anunciado su decisión de abdicar en su hijo mayor, de 46 años, el pasado 28 de enero.
Máxima Zorreguieta, la esposa argentina de Guillermo Alejandro y de 41 años, se convirtió automáticamente en reina pero no en jefa de Estado, cargo que sólo puede desempeñar el nuevo rey.
La hija mayor del rey Guillermo Alejandro, Amalia, de nueve años, llevará en adelante el título de Princesa de Oranje y ocupa el primer lugar en la línea de sucesión al trono.
Guillermo Alejandro, de 46 años, es monarca más joven de Europa y el primerrey de Holanda en 123 años, después de las reinas Emma (1890-1898), Guillermina (1898-1948), Juliana (1948-1980) y Beatriz (1980-2013).
Tras la ceremonia de abdicación, la nueva familia real, con sus tres hijas, y la ahora princesa Beatriz aparecieron en el balcón del Palacio Nacional para saludar a miles de eufóricos holandeses y turistas extranjeros, muchos de ellos vestidos de naranja, el color de la Casa Real holandesa, que estaban congregados desde las primeras horas de la mañana para ser testigos del histórico acontecimiento.
Pocas horas después de la abdicación de la reina Beatriz, Guillermo Alejandro, ya oficialmente rey de los Países Bajos, prestó juramento y fue investido durante una solemne sesión del Parlamento holandés en la Iglesia Nueva, a pocos metros del Palacio Nacional, ante unos 2 mil asistentes.
En su primer discurso como rey, Guillermo Alejandro, prometió imprimir un sello personal al ejercicio de su cargo y velar por que cada cual en su país “pueda expresar su propia voz”.
Guillermo Alejandro ya adelantó en una reciente entrevista televisiva única que pretende ser un rey moderno, abierto y poco formal cuando pidió comprensión de antemano por los “errores” que inevitablemente cometerá, “como cualquier ser humano”, e incluso dijo aceptar las protestas contra la monarquía y su persona. En un país democrático como Holanda, eso “no debe ser ningún problema”, afirmó.
El sucesor de la reina Beatriz admitió que actualmente en Holanda hay muchas personas que se sienten “vulnerables” por la precariedad del empleo e “inseguras” por el nivel de sus ingresos o por su “entorno vital”. Guillermo Alejandro señaló que el hecho de que en Holanda el rey no tenga responsabilidad política “no quiere decir que no cargue con una responsabilidad”.
El nuevo rey tuvo en su discurso palabras de profundo agradecimiento para su madre, la ahora princesa Beatriz, y destacó el difícil compromiso asumido por su esposa Máxima, la miembro más popular de la Casa Real holandesa. A pesar de ser consciente de las limitaciones que implica el cargo de su marido, ella “abrazó Holanda y se ha convertido en una holandesa más”, señaló.
En Holanda los reyes no son coronados, sino que prestan juramento y son investidos. Por esto, la corona como símbolo de la soberanía del reino de los Países Bajos no le fue colocada en la cabeza, sino que permaneció durante la ceremonia en una “mesa de credencia”, junto con otras regalías como el cetro y la espada real.


A diferencia de sus antecesores del siglo XIX, Guillermo Alejandro no vestía un uniforme militar, sino un frac con una banda naranja cubierto por el manto real, de armiño, que ya se había puesto el primer monarca holandés, Guillermo I, en 1815.
Entre los invitados extranjeros a la ceremonia de investidura figuraban representantes de todas las casas reales europeas y de varias no europeas, entre ellos el príncipe Carlos de Gales y la duquesa Camila, y los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia.