"Es fantástico que pueda moverme libremente en Holanda y que pueda llevar a mis hijos a la escuela y de compras", dijo la princesa Máxima sobre la vida en este país en donde se espera de la realeza que mantenga un fino equilibrio entre la normalidad y el esplendor de la monarquía.
Los príncipes Guillermo Alejandro, Máxima, Amalia, Alexia y Ariane en Neuquen (AFP)
La Haya.- Máxima Zorreguieta, la futura reina argentina de Holanda, trabajó duro para ganar los corazones de los holandeses y es inmensamente popular a pesar del pasado sombrío de su padre durante la dictadura militar argentina.
La princesa, nacida en Buenos Aires hace 41 años, se convertirá el 30 de abril en reina de Holanda tras la sorpresiva abdicación el lunes de la reina Beatriz en favor de su hijo, el príncipe Guillermo Alejandro, destacó AFP.
La pareja tuvo un romance como en un cuento de hadas y contrajo matrimonio en 2002. Máxima obtuvo la nacionalidad holandesa y se le permitió conservar su fe católica a pesar de contraer matrimonio con un miembro de la Casa de Orange, incondicionalmente protestante.
Pero la fase previa a su boda fue ensombrecida por el pasado del padre de Máxima, Jorge Zorreguieta, quien fue ministro de Agricultura durante parte de la última dictadura militar argentina (1976-1983).
En medio de una polémica en la políticamente correcta Holanda, el padre de Máxima no pudo asistir a la boda de su hija en Amsterdam, y la madre de la princesa tampoco lo hizo.
Máxima dijo entonces que estaba "lista" a aceptar la decisión, pero las cámaras de televisión mostraron sus lágrimas cuando se escucharon los acordes del tango favorito de su padre, "Adiós Nonino", en la ceremonia.
"Lamento que haya hecho lo mejor que pudo con un mal régimen. Tenía las mejores intenciones", dijo Máxima en una entrevista antes de su boda.
Holanda incluso encargó al historiador Michiel Baud que investigara el actuar de Zorreguieta durante la dictadura.
Baud concluyó que Zorreguieta debía saber algo sobre las torturas y las miles de desapariciones, pero está casi seguro que no estuvo personalmente involucrado.
Zorreguieta fue acusado de estar involucrado en algunas desapariciones y continúa bajo investigación pero de momento no se presentaron cargos en su contra.
El anuncio de la reina Beatriz el lunes ocurrió el mismo día en que el padre de Máxima cumplía los 85 años. La prensa holandesa ya informó que su presencia en la ceremonia de coronación el 30 de abril no será bienvenida.
Con su encanto y su sonrisa, Máxima se ganó rápidamente la confianza de los holandeses. Aprendió el idioma y descubrió su cultura, incluso nadó en un canal de Amsterdam por una causa caritativa.
Según las encuestas es la más popular de la monarquía holandesa, incluso más que la muy admirada reina Beatriz, y mucho más que su marido Guillermo Alejandro, cuya reputación de "Casanova" en su juventud fue transformada por su boda con Máxima.
La princesa dedica tiempo a proyectos de desarrollo, apoya iniciativas de microcrédito en países en desarrollo y la emancipación de las mujeres inmigrantes.
Pero también provoca controversias.
En 2007, al hacer comentarios sobre la identidad holandesa, Máxima dijo que "el holandés no existe, al igual que el argentino". La observación levantó críticas.
Máxima nació el 17 de mayo de 1971 en Buenos Aires, ciudad donde creció. Conoció en 1999 al príncipe de Holanda a través de amigos en Sevilla.
En 1995 se licenció en Economía y trabajó luego en bancos internacionales en Buenos Aires, Nueva York y Bruselas.
Desde su boda, la pareja vive en Wassenaar, un suburbio de La Haya, sede del Gobierno y ciudad en donde vive y trabaja la reina Beatriz.
Tienen tres hijas, Catalina-Amalia, de 9 años y que se convertirá en la princesa de Orange, Alexia, de 7 años, y Ariane, de 5 años.
"La gente es muy buena conmigo", dice Máxima sobre la vida en Holanda, dando gracias de que no la persigan los fotógrafos.
"Es fantástico que pueda moverme libremente en Holanda y que pueda llevar a mis hijos a la escuela y de compras", dijo sobre la vida en este país en donde se espera de la realeza que mantenga un fino equilibrio entre la normalidad y el esplendor de la monarquía.
La princesa, nacida en Buenos Aires hace 41 años, se convertirá el 30 de abril en reina de Holanda tras la sorpresiva abdicación el lunes de la reina Beatriz en favor de su hijo, el príncipe Guillermo Alejandro, destacó AFP.
La pareja tuvo un romance como en un cuento de hadas y contrajo matrimonio en 2002. Máxima obtuvo la nacionalidad holandesa y se le permitió conservar su fe católica a pesar de contraer matrimonio con un miembro de la Casa de Orange, incondicionalmente protestante.
Pero la fase previa a su boda fue ensombrecida por el pasado del padre de Máxima, Jorge Zorreguieta, quien fue ministro de Agricultura durante parte de la última dictadura militar argentina (1976-1983).
En medio de una polémica en la políticamente correcta Holanda, el padre de Máxima no pudo asistir a la boda de su hija en Amsterdam, y la madre de la princesa tampoco lo hizo.
Máxima dijo entonces que estaba "lista" a aceptar la decisión, pero las cámaras de televisión mostraron sus lágrimas cuando se escucharon los acordes del tango favorito de su padre, "Adiós Nonino", en la ceremonia.
"Lamento que haya hecho lo mejor que pudo con un mal régimen. Tenía las mejores intenciones", dijo Máxima en una entrevista antes de su boda.
Holanda incluso encargó al historiador Michiel Baud que investigara el actuar de Zorreguieta durante la dictadura.
Baud concluyó que Zorreguieta debía saber algo sobre las torturas y las miles de desapariciones, pero está casi seguro que no estuvo personalmente involucrado.
Zorreguieta fue acusado de estar involucrado en algunas desapariciones y continúa bajo investigación pero de momento no se presentaron cargos en su contra.
El anuncio de la reina Beatriz el lunes ocurrió el mismo día en que el padre de Máxima cumplía los 85 años. La prensa holandesa ya informó que su presencia en la ceremonia de coronación el 30 de abril no será bienvenida.
Con su encanto y su sonrisa, Máxima se ganó rápidamente la confianza de los holandeses. Aprendió el idioma y descubrió su cultura, incluso nadó en un canal de Amsterdam por una causa caritativa.
Según las encuestas es la más popular de la monarquía holandesa, incluso más que la muy admirada reina Beatriz, y mucho más que su marido Guillermo Alejandro, cuya reputación de "Casanova" en su juventud fue transformada por su boda con Máxima.
La princesa dedica tiempo a proyectos de desarrollo, apoya iniciativas de microcrédito en países en desarrollo y la emancipación de las mujeres inmigrantes.
Pero también provoca controversias.
En 2007, al hacer comentarios sobre la identidad holandesa, Máxima dijo que "el holandés no existe, al igual que el argentino". La observación levantó críticas.
Máxima nació el 17 de mayo de 1971 en Buenos Aires, ciudad donde creció. Conoció en 1999 al príncipe de Holanda a través de amigos en Sevilla.
En 1995 se licenció en Economía y trabajó luego en bancos internacionales en Buenos Aires, Nueva York y Bruselas.
Desde su boda, la pareja vive en Wassenaar, un suburbio de La Haya, sede del Gobierno y ciudad en donde vive y trabaja la reina Beatriz.
Tienen tres hijas, Catalina-Amalia, de 9 años y que se convertirá en la princesa de Orange, Alexia, de 7 años, y Ariane, de 5 años.
"La gente es muy buena conmigo", dice Máxima sobre la vida en Holanda, dando gracias de que no la persigan los fotógrafos.
"Es fantástico que pueda moverme libremente en Holanda y que pueda llevar a mis hijos a la escuela y de compras", dijo sobre la vida en este país en donde se espera de la realeza que mantenga un fino equilibrio entre la normalidad y el esplendor de la monarquía.
(Fuente: http://www.eluniversal.com/internacional/130129/los-holandeses-encantados-con-su-futura-reina-argentina y selección de Patric)
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